Ante los últimos contagios y la velocidad de propagación en Resistencia estamos asistiendo a una especie de intervención sanitaria
En un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea arribó al Chaco un grupo de refuerzo para el personal chaqueño que se está encontrando diezmado al presentar contagios dentro de las filas de salud lo que está provocando una alteración mayor ante la ya insuficiente cantidad de personal calificado afectado a la tarea de contención y atención de pacientes de COVID-19.
Específicamente en el Gran Resistencia la propagación del contagio en las últimas semanas se potenció muchísimo lo que obliga a la Nación a intervenir con ayuda para que la situación no se agrave aún mas y ponga en peligro a muchas mas personas.
En este sentido, las medidas de aislamiento y distanciamiento social así como las alternativas que el gobierno administra para tener contentos a unos y otros de cada lado de la necesidad (trabajar o cuidarse), no están resultando efectivas en ninguno de los casos. El coronavirus está demostrando todas las facetas de su peligrosidad y velocidad de contagio, exponiendo las falencias del sistema de salud y las distintas escalas sociales de compromiso y responsabilidad ciudadana.
Mientras la municipalidad capitalina autoriza apertura de negocios (aunque la gente no tenga transporte público y los accesos al centro estén cerrados), en algunos barrios se disparan los casos. La sensación es que el rumbo es incierto.
La solidaridad social que precisa la estrategia gubernamental lamentablemente se tiñe muy seguido del oportunismo político que como siempre, nunca es colaborativo sino simplemente eso, oportunista con la debilidad del otro bando. Cosas de la política que no aportan a nadie ni a nada.
Ojalá, nuestro Chaco supere mas pronto que tarde todo esto y quede el compromiso social mas firme que nunca.
